QUIERO CUENTO 2013

Diez días bajo el indeciso pero amabilísimo sol bogotano, al amparo de sus hermosos cerros verdes que, por fin aprendi, contemplan la ciudad desde el Oriente. Y eso hacen:te orientan, para que los foráneos podamos caminar tranquilos por la Séptima arriba y la Séptima abajo sintiendo que no estamos perdidos sino paseando tranquilamente en busca de lo que se nos de la gana y escuchando el sabroso cantito del habla colombiana en todas las esquinas y en lo puestos de arepascontodo y pegatinas brillantes para las uñas, Una delicia, como dirían ellos y ellas.

Amparadas por Natalia y Hanna Cuenca en el Festival "QUIERO CUENTO 2013 y la gente de GAIA (adorable Juan Pablo, Derly y deliciosa Cata Villamizar), donde conocí a Fernando Cárdenas, interminable conocedor de salsa de la buena y Mayerlis Beltrán  "La chiquita Beltrán" con su cante carnavalero a todas horas y a todo pulmón, talentosos compañeros de Barranquilla, a Gonzalo Megías con su acento español lleno de colombianismos, y más integrado que el aguepanela, tanto que te daba pena pensar que se regresaba, con su gaita colombiana ya bien trajinada eso sí, a su Alcazar de Toledo. Compartiendo con el adorable loco Yoshi Hioki, riendonos a cada rato y por cualquier tontería y haciendo mil fotos, inventando canciones y estando muy muy cerquita. Lo más rico de los festivales, para qué nos vamos a engañar.

Públicos diversos en las universidades, la mayoría muy hechos al cuento y con ganas de escuchar. Reencuentro con mi entrañable Alekos, y por añadidura con Diego Parra y su siempre lista sonrisa cariñosa. Y además un honor inesperado::participar en la celebración de los 25 años de la Cuentería en Colombia en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán.

Alekos y yo tuvimos funciones en el Teatro del Gimnasio Moderno. 

 

Y así fue como "LA MUCHACHA, LA BALLENA Y EL DESIERTO"  caminó por un nuevo escenario

 Alekos que ,como de costumbre, hace maravillas, se sacó de la manga este hermoso cartel:

Tuve la suerte y la dicha de compartir escenario con este super artista esa noche y  además de ver su delicioso espectáculo después del mío; recibir estupendos comentarios de compañeros pero además una muchacha de la Universidad Javeriana, alumna de Hanna Cuenca, me regaló este:

"Aquél viernes, tuve la oportunidad de ver en el escenario del Gimnasio Moderno a la peruana Marissa Amado…. Durante su presentación, me llamó mucho la atención los diferentes movimientos que hacía Amado en el momento de contar algún suceso, gracias a los gestos y al movimiento corporal de sus manos y cuerpo en el escenario, logré transportarme al lugar donde se originaba la historia, logré meterme en ella, imaginándome todo... Por otra parte, una de las cosas que más me gusto…  la capacidad de convertirse en diferentes personajes a partir de una prenda específica… en el momento en que Marissa Amado se ponía una pañoleta encima de su cabeza, se transformaba en la malvada abuela de la protagonista, cambiaba su voz, su movimiento corporal, cambiaba todo, de un momento  otro, era impresionante  …

A partir de esta representación, aprendí la importancia de cómo manejar el foco central de una historia, para mantener concentrado al público usando la corporalidad y tono de voz para lograr cautivar aún más a todas las personas que nos están viendo en el escenario. La importancia de meterse uno mismo en la historia para poder sentir las diferentes emociones y sentidos que podrían tener los mismos personajes."

Mariana Marroqín

Estudiante de la Universidad Javeriana

La muchacha, la ballena y el desierto en el Gimnasio Moderno . Foto de Cata Villamizar